Reseña: Desesperación.

Un pequeño pueblo en mitad del desierto. Dos entradas a una mina, una abierta y otra cerrada hace años por horribles circunstancias. Cinco grupos de personas que aparentemente no tienen nada en común, excepto el hecho de haber sido engañados por un agente de policía local de enormes dimensiones.

 

 

 

 

Al fin he podido volver a plasmar mis lecturas en el blog después de un año demasiado intenso. Os pido disculpas de antemano por la ausencia, pero el futuro se me presenta algo más relajado, así que prometo poner todo mi empeño en dejarme ver más por aquí.

La obra que hoy os presento fue publicada en 1996 por Stephen King al mismo tiempo que publicaba su novela espejo (en la que, aunque se mantiene el argumento principal, cambian algunos personajes y tramas secundarias) “Posesión” con el pseudónimo  de Richard Bachman.

La historia se desarrolla en un pueblo llamado Desesperación, junto a la interestatal 50 de EEUU. Nuestros protagonistas son arrastrados desde la carretera hasta el escenario de sus pesadillas por un agente de policía que, aunque a priori parezca un agente normal y corriente o incluso encantador, pronto deja ver ciertos comportamientos que alertará a las víctimas, quizás demasiado tarde.

Los personajes que conoceremos en un principio son: una familia de cuatro miembros camino a pasar una maravillosas vacaciones en caravana; una pareja que se ve obligada a volver en coche a casa tras una visita de compromiso familiar; y un escritor de mediana edad, galardonado y famoso en el pasado, que decide recorrer la interestatal 50 a lomos de una gran moto recogiendo ideas para una próxima novela. Pronto descubrirán que el permanecer atrapados en las garras del agente no es lo peor que les puede pasar.

De hecho, una vez atrapados, las cosas extrañas se siguen sucediendo.  Mientras que el pequeño David parece hablar con una voz que solo él escucha, el agente mantiene bajo su control a los habitantes del desierto.  Desde arañas, escorpiones y reptiles, hasta coyotes o buitres permanecen atentos cuando él les habla en un lenguaje totalmente desconocido y realizarán las más complicadas tareas sin rechistar, aunque les vaya la vida en ello.

Sin embargo, cuando el agente abandona la sala, dejando al coyote vigilando, el escritor se da cuenta de que el grandullón no parece estar en buena salud, pues se aprecian manchas de sangre en la camisa, y un nuevo brote de esperanza golpea su corazón. Cuando la mirada de David refleja la seguridad de un buen plan, no durarán en colaborar para salir de esta, sin saber aún a qué peligros se deberán enfrentar.

Quizás el hecho de que el pueblo se llame Desesperación no será una mera coincidencia, pero la pregunta es: ¿podrán averiguar el halo de misterio que carga el ambiente a tiempo para salir de allí con vida?

Misticismo y religión se verán envueltas en una vorágine clásica en Stephen pero que no dejará indiferente a nadie. La obra fue llevada a la pequeña pantalla, donde tuvo una gran aceptación.

¿La conocíais en alguna de sus versiones?

 

• Mantiene la tensión argumental hasta el último momento.
• Nuevos hilos que conectan a la perfección con la narración principal.

 

 

• Algunos personajes son un poco predecibles.
• Estaría bien que hubiese desarrollado un poco más el origen de la Mina de los Chinos.