Nacidos de la bruma es uno de los buques insignia de Brandon Sanderson. La serie ha sido recientemente reeditada por el sello NOVA de Ediciones B, dotándola del apartado visual que se merece por cortesía del ilustrador Marc Simonetti y el con texto revisado por Manuel de los Reyes. De nuevo, NOVA realiza un trabajo impecable trayéndonos una edición cuidada hasta el detalle, uno de esos libros que da gusto sostener entre las manos.
El imperio final pertenece al Cosmere; para los que no lo sepan, el universo en el que se desenvuelven muchas de las historias de Sanderson, cuyas auténticas dimensiones probablemente no conoceremos hasta dentro de mucho, mucho tiempo. Nacidos de la bruma podría considerarse una saga de fantasía épica en un setting de fantasía oscura: El Imperio Final (lugar donde se desenvuelve la trama) e
s un lugar siniestro, decadente y extremadamente clasista, que ha progresado bajo la mano férrea del tirano lord Legislador y la explotación de los skaa como combustible. En esta novela Sanderson recrea una sociedad donde las conjuras, las traiciones y la corrupción institucional están a la orden del día, un régimen dictatorial en el que muy pocos se atreven a alzar la voz. Los abusos por parte de la nobleza, la frustración y la apatía de un pueblo oprimido y el control implacable por parte de inquisidores y obligadores del Legislador son los detonantes de una rebelión que comienza a gestarse silenciosamente entre las brumas. Pero ya han sido sofocadas cientos de rebeliones en el pasado; ¿acaso será esta diferente?
El imperio final es una novela rápida y bastante frenética si la comparamos con otros títulos de Sanderson. Aunque sospecho que debió de haber un buen recorte de páginas -ya que, por desgracia, algunas partes no se trabajan lo suficiente-, el ritmo es el acertado; nunca dejan de pasar cosas, y la escalada de tensión es una constante que consigue hacerte pasar páginas sin apenas darte cuenta. La novela cuenta con elementos muy potentes y sabe aprovecharlos: la ciudad de Luthadel es hechizante, oscura y misteriosa; la alomancia -el original sistema mágico de la saga- es un soplo de aire fresco y demuestra el esfuerzo del autor por alejarse de otros sistemas más generalistas; los personajes, si bien no puede decirse que sean el colmo de la originalidad, están bien trabajados y se les acaba cogiendo cariño. La acción, que nunca ha sido ni será el punto fuerte de Sanderson, está decentemente narrada y racionada de forma que no sature ni se la eche en falta.
Como ya he dicho, algunos episodios no terminan de destacar o de causar el efecto que deberían, lo cual atribuyo más a la limitación de espacio que a las habilidades del autor. Por ejemplo, la línea de políticas e intrigas palaciegas me parece algo vaga y a veces poco definida; el tema de la opresión sobre los skaa creo que podría haberse explotado mejor. Algunas situaciones pueden pecar de forzadas o, como poco, podrían haberse desarrollado con mejor criterio (y esto es todo cuanto puedo decir sin hacer spoiler) para hacerlas creíbles.
El imperio final es una novela semi-conclusiva: dibuja su universo con el suficiente detalle como para procurar una lectura satisfactoria a la vez que deja en el aire muchos elementos de la mitología y la historia del mismo, de modo que las novelas posteriores tengan espacio para moverse y sorprender. La historia tiene un principio y un final; no termina con un giro infernal ni te chantajea emocionalmente para que te vayas a comprar el segundo libro. Si lo haces, será porque quieres seguir visitando Luthadel, perdiéndote en sus calles y misterios, y no porque te hayan dejado a medias.
Si buscas una novela de fantasía rápida, divertida de leer y bien equilibrada, esta es una apuesta segura. Con sus fallos, no deja de ser una lectura notable y una propuesta que se esfuerza por ser original y lo consigue la mayor parte del tiempo. Estamos hablando de Sanderson, y eso signfica El imperio final viene con denominación de origen y sello de calidad.
Ficha técnica:
Título original: The Final Empire (Mistborn #1
Autor: Brandon Sanderson
Primera publicación: 2006
Número de páginas: 663
Mundos Tranquilos 
Se dice que Sanderson crea personajes algo inmaduros, como si ese aspecto de su personalidad escritora estuviera, de manera simétrica, en evolución. ¿Es este el caso?
De este hombre solo he leído Elantris y estaba dudando entre esta serie o la más reciente de El Archivo de las Tormentas. De hecho acabo de ver que también tienes reseña sobre El camino de los reyes. Muy bien.
Me gustaMe gusta
Hola Isma 😀 Entre «El Archivo» y «Nacidos» hay un buen salto tanto en calidad narrativa como en desarrollo de personajes. Como comento en la reseña estos personajes no destacan por su originalidad; a veces son más estereotipados de lo que me gustaría y bastante previsibles, pero por algún motivo se les acaba cogiendo mucho cariño y llevan el peso de la trama con dignidad. En «El archivo de las tormentas» se nota un mejor trabajo detrás de cada personaje, son mucho más tridimensionales, pero claro, hablamos de tochos de más de 1.000 páginas, y Sanderson es un autor que necesita espacio para estar cómodo; su principal problema: el ritmo. Brandon ha ido madurando como escritor, y tal vez por eso sus primeros personajes pueden resultar un poco más «pueriles», inmaduros o menos definidos en general.
No obstante, para mí es una lectura que merece la pena. El imperio final es una novela más «juvenil» (sin llegar a considerarla del género juvenil), más directa, divertida, sin muchas pretensiones más allá de entretener, mientras que Stormlight es una epopeya de dimensiones épicas con un trasfondo riquísimo y una metatrama mucho más intrincada.
La gente suele recomendar leer Mistborn antes que Stormlight, supongo que por los motivos que te he comentado arriba. Yo lo hice al contrario y no fue traumático. Me bastaron 20 páginas de Mistborn para saber qué tipo de novela era, y la disfruté como un enano. Solo por la excelente ambientación, la currada del sistema mágico, la trama ágil, interesante y bien llevada -aunque un poco precipitada en algunos tramos- hacen que valga mucho la pena. También te digo que hay ciertos personajes de Mistborn que siempre van a tener un hueco en mi corazoncito y los recordaré con más cariño que otros de Stormlight, aunque estos sean más complejos o «maduros». Creo que la palabra que busco es carisma… pese a sus defectos, los personajes de Mistborn son carismáticos. Tienen esa chispa.
Vaya tocho. Esto es como el dlc de la reseña xD
Me gustaLe gusta a 2 personas