Tinta Púrpura Ediciones anuncia una nueva antología de ciencia ficción inspirada en la exitosa serie Black Mirror (que aprovecho para recomendar si alguien aún no la ha visto):
«Partiendo de la filosofía de esta obra, los escritores han desarrollado ocho relatos en los que se junta la ciencia ficción con posibles escenarios a los que nos podría llevar la tecnología y el riesgo de despersonalización que eso supone.
No se trata de una copia de las historias de Black Mirror, sino de un conjunto de relatos totalmente nuevos y originales que pretenden dar sus propias ideas y escenarios de un futuro próximo donde, por seguro, la tecnología tendrá un papel protagonista».
La antología está siendo financiada a través de la plataforma Verkami con diferentes modalidades de participación y varias recompensas para los que decidan aportar su granito de arena. Una iniciativa interesante a la que no le perderemos la pista.
Para ir abriendo boca, la editorial ha compartido uno de los relatos que compondrán «De espejos negros (y siervos de un dios digital)». Su título es «Permafrost», de Alberto Ávila Salazar y ya puedes leerlo haciendo click sobre el título.
La antología de relatos de Ken Liu ha hecho un ruido considerable desde que apareciera en el mercado hace ya unos meses. La proliferación de los autores chinos del género fantástico (y, en especial, dentro de la ciencia ficción) ya es una realidad palpable (hola, «Planetas invisibles») en occidente. Liu desfila en la vanguardia esta nueva ola. Veamos por qué.
No muchos autores son capaces de jugar con la sutileza y la insinuación de la misma manera que Mariana Enríquez. Cuando el horror no se ve, no se palpa, no se explica, sino que se intuye como un déjà vu de imágenes, presentimientos e ideas inquietantes, obtenemos como resultado una antología sobresaliente como Las cosas que perdimos en el fuego. ¿Lo peor? Que dura demasiado poco.
Este libro de relatos, publicado por 
Mundos Tranquilos 